Desde hace unos días en España matar a un ser humano es Constitucional, y como la Ley Aído era poco permisiva, Irene Montero decidió ampliarla. Como resultado una ley homicida, mentirosa, majadera y ordinaria. Lo resultante es que en España se puede abortar hasta el mismo momento del parto gracias al coladero de "la salud física o psíquica" de la embarazada porque nadie quiere enfrentarse a la realidad: ¿es el aborto un asesinato? Pero a esta realidad no ha llegado Irene Montero, esto ya lo temíamos. Irene lo que ha hecho es dar más pasitos en la implantación del aborto obligatorio. 

Por ejemplo, con la ley se carga la objeción de conciencia de los farmacéuticos: la píldora del día después “deberá estar disponible” en todas las farmacias. Además, como quiere garantizar que la matanza se realice en centros sanitarios públicos y, excepcionalmente, en clínicas privadas acreditadas, regula la objeción de conciencia de los médicos, porque la objeción individual no puede afectar al acceso al aborto. Y como solución, crea un registro de objetores de conciencia. Y además, para cerrar el cículo, veta a los médicos objetores de conciencia en los comités clínicos que deciden sobre los abortos por causas médicas; pueden no ser objetivos.

Además, como el aborto es un derecho, se prohíbe y anula cualquier actividad provida bajo el argumento ultracínico de que supone interferir en los derechos de la mujer. Por ejemplo, las organizaciones provida no recibirán apoyo público con la ley, rezar frente a un abortorio es delito, además, Irene "no aceptó" ninguna de las 52 alegaciones en contra de la ley del aborto y aseguró que no hablaría con nadie que no respetara lo que ella entiende por derechos humanos, es decir, para los que protejan la vida.

Otro punto es que la ley Montero deja que las menores de 16 y 17 años puedan abortar sin permiso paterno. Además, se elimina la obligación de recibir un informe antes de abortar y del periodo de reflexión de tres días, porque según la ministra esto "infantiliza" a las mujeres. 

Insistimos, Irene amplía el aborto, para que lleguemos al aborto obligatorio, y de ahí, al infanticidio. Pero en España se podía abortar hasta el mismo momento del parto mucho antes de que esta señora fuera ministra.