Como publicamos en Hispanidad, el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, daba un nuevo paso en su ley de aborto y lo enviaba al Congreso para iniciar su tramitación parlamentaria. Pese a que el anteproyecto fue aprobado por procedimiento de urgencia, en la documentación que el departamento ha enviado al Congreso se puede ver que, durante la corta fase de audiencia pública que duró apenas ocho días, el Ministerio recibió 52 alegaciones que presentaron la Comunidad de Madrid, Castilla y León y Galicia en contra de la Ley. 

Entre las alegaciones había algunas de carácter económico, otras en contra del atropello de la objeción de conciencia de los médicos, algunas que cuestionan la eliminación del plazo de reflexión y otras que versan sobre el aborto libre a las mujeres de 16 años. Pero todas fueron contestadas de igual manera: "No se acepta", según informa ElDebate. 

En los documentos también consta que el Ministerio recibió 3.354 correos electrónicos, de los cuales 907 eran en contra de la Ley del aborto, "876 correos electrónicos se pronuncian genéricamente en contra de la norma en su conjunto, de los cuales 665 son remitidos en nombre de la plataforma Hazte Oír". Tampoco fueron aceptados. 

A doña Irene parece que no le gustan que los ciudadanos opinen distinto a ella, pero entiéndanlo, la ministra ya lo aclaró en la rueda de prensa posterior al consejo de Ministros donde presentó su proyecto. Al ser preguntada si alguna organización, no ya provida sino partidaria de no ampliar el actual aborto vigente en España, había participado en la elaboración de la norma. Respondió que no, que ninguna asociación que fuera en contra de los derechos humanos iba a tener voz, ¿comprenden?

O dicho de otra forma, si te atreves a discrepar de la barbaridad de que el aborto es un derecho, te ninguneo y, ojo con lo que dices, porque abortar es un derecho y estás yendo en contra. Son las tres etapas: primero se pide aborto libre, luego aborto gratuito, finalmente te fuerzo a un aborto obligatorio, previa censura a los provida. Es lo que Cristo llamó la blasfemia contra el Espíritu Santollamar mal al bien y bien al mal.