Feijóo ha reaccionado, no, no ha salido en defensa de Ayuso, pero parece que se ha dado cuenta de que efectivamente es su mejor efectivo
En Hispanidad hemos hablado de los dos modelos que hay en el PP, por un lado tenemos a Ayuso que no escatima en dar titulares y hablar claro, y por otro el estilo moderado y centrado de Feijóo. Cuando Ayuso habla sin restricciones gusta, y cuando se 'Feijooriza', decepciona.
No podemos exigir que en un partido todos los militantes y dirigentes piensen de la misma forma, pero en ciertas cuestiones, sí debería haber coherencia, por ejemplo, cuando hablamos de vida. Ya pasó hace unos meses, el 'efecto Feijóo' se apoderó de Ayuso y ésta defendió el aborto cuando semanas atrás aseguraba que "estamos hablando de vida". Ayuso debe aclararse y, si la vida es lo suficientemente importante para ella, romper con su partido si fuera necesario.
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha vueto a hablar del aborto en una entrevista en Antena 3 y ha asegurado que “nadie puede disponer de la vida de nadie”, a su parecer se está tratando el tema “con mucha frialdad”.
“Estamos haciendo las cosas siempre con mucha frialdad, sin tener en cuenta que en nuestro país ya se están produciendo más de 100.000 abortos al año. Luego, no sé dónde está el avance. Ahí esta la libertad para hacerlo pero no nos ponemos en la piel de personas que no llegan a nacer, que son, bueno, directamente abortadas. No nos ponemos en la piel de mujeres que no tienen recursos, de personas que son obligadas a hacerlo. No nos ponemos en la piel de médicos a los que ahora les quieren hacer listas negras para obligarles a ello”, ha sentenciado Ayuso.
“Estamos hablando de vidas y yo creo que, sobre todo, lo que tenemos que hablar es de cómo evitar llegar a esto porque hay casos de personas que reinciden muchas veces”.
“Es algo que tiene que producirse pero a mí no me contenta de ninguna manera, ni por supuestos ni por plazos”. Es decir, que tampoco está de acuerdo con la ley Aído, esa ley de supuestos y plazos que su partido recurrió al Tribunal Constitucional hace trece años, pero que ahora no se ve con tan malos ojos en el seno progre de Génova. Es más, si el TC se pronuncia y afirma que es Constitucional, el PP de Feijóo no lo recurrirá. Y no, presidenta, no tiene que producirse, el aborto es un crimen porque lo que hay en el seno materno es una vida.