Por fin, el señorito Recep Erdogan, uno de los nuestros más cabreantes ciudadanos, abre la puerta a que Suecia entre en la OTAN. No le gusta porque es el país europeo que se ha dado cuenta de que está siendo controlado por los musulmanes, que ya se toman unas libertades... ligeramente molestas y claro, los suecos se han cabreado. 

Miren ustedes: que Turquía acepte la entrada de Suecia en la OTAN no es un avance. El verdadero avance sería que Turquía fuera expulsada de la organización por el nuevo genocidio armenio, del que Erdogan es el principal culpable, mientras Occidente, el Occidente cristiano, miraba hacia otro lado, porque la limpieza étnica... se hacía con cristianos.

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Mientras Turquía es una cuña en la organización defensiva OTAN. Y en cualquier momento -vean la reacción de Erdogan ante el Gobierno de Israel- se volverá contra sus aliados, vía Rusia, vía China o vía mundo árabe... que no podemos olvidar qué es Erdogan: un fanático islámico, un auténtico miserable.