El ministro de Economía Italiano, Daniele Franco, ha concretado el programa del primer ministro Mario Draghi: bajar el impuesto sobre la renta, así como otros gravámenes.

O sea el modelo opuesto al que propone Pedro Sánchez, mismamente en Italia, el país más parecido a España tras el Covid: el mismo fracaso ante el virus, con más muertos aún España que Italia (en términos relativos).

Y ojo, porque la segunda medida, esta no concretada, consiste en reducir la Administración Pública, un proceso que en España comenzó Rajoy y que ahora Sánchez, ante todo, un burócrata, ha vuelto a ampliar.

En resumen, dos conclusiones:

1.Hablando del SMI, los salarios deben subir -sí, los salarios bajos deben subir en España, y mucho- pero, a cambio, los impuestos, en especial las cuotas, deben bajar.

2.Pero ojo, no se puede -y más con deuda acumulada, como es el caso de todo Occidente- bajar impuestos sin reducir gasto público. En concreto, prestaciones públicas. Traducido: hay que reducir el Estado del Bienestar.