Óscar Puente debería aprender de formas, lenguaje, educación y respeto. Ahora se ha pasado de rosca, en contra de la libertad de expresión, a través de la red social X -antes Twitter-, eso sí. El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible aludía a que gente del PP (¡qué casualidad!) llamaban para influir en lo que tenían que decir en el programa ‘Todo es mentira’ del canal Cuatro (propiedad de Mediaset).

Claro que ha recibido una sonora respuesta de su presentador, Risto Mejide. Este último ha señalado que en el programa todos pueden expresar su opinión libremente y que las palabras de Puente atacan a todos los trabajadores y espectadores. Mejide no cambiará su forma de actuar: “Vamos a seguir hablando de Koldo, de las mascarillas, de la amnistía y de todo lo que a usted le joda, porque ese es mi trabajo”.

Y por supuesto, cuenta con el apoyo de Mediaset, que en un comunicado ha desmentido “rotundamente que se haya producido ningún tipo de llamada para influir en la línea editorial de un programa de este grupo” y ha subrayado “la abosluta libertad editorial que han tenido, tienen y tendrán los presentadores, periodistas, trabajadores y colaboradores que participan en todos y cada uno de sus programas”.

Claro que Puente no sólo se ha pasado últimamente con Risto Mejide, sino también con Isabel Díaz Ayuso y hasta con su compañera en el Gobierno Yolanda Díaz. En el caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, no ha tenido ningún reparo referirse a su novio como “testaferro con derecho a roce”… y claro, el PP ha estallado tildando a Puente de “repugnante y machista”, pero desde el PSOE (que son muy feministas) no se le ha criticado. Y por cierto, Puente también ha pedido “un poquito de por favor” a la vicepresidenta segunda por criticar la renuncia de Pedro Sánchez a los Presupuestos de este año, pero aún no ha salido Carmen Calvo, actual presidenta del Consejo de Estado, a defender a la gallega. Recuerdan que sí lo hizo cuando Alfonso Guerra refirió que no sabía si Díaz habría leído alguna vez, ni siquiera en la peluquería.

Parece que Puente come con las manos...