Si no queremos que la piel de toro, quede como una piel borrosa, de una nación que lo fue todo; hemos de hacer como el que renace, y expulsar de nuestras vidas, al Gafe.
Hay quien nace con estrella,
y el que estrellado nace;
al primero todo bien le sale,
y el segundo acaba, en Gafe.
Y ahora tenemos al segundo,
que dice que nos gobierna,
pero que gobernar no sabe.
Todo le sale al pobre, mal;
primero fue la pandemia,
con los estados alarma,
que no quiso, o no supo aplicar,
al igual que sumar y contar,
pues los muertos no le caben,
por eso lo de multiplicar,
lo quito enseguida del curricular.
Luego le viene una guerra,
que aunque no es en su solar,
se la toma como propia,
para esconder su incompetencia.
Y mientras tanto la nación arde,
porque los ecologistas no dejan,
que los que saben, el monte protejan
acusando al cambio climático -
calentamiento global de hace años -
de la nueva plaga que nos asola,
sin dejarnos ni a sol ni a sombra.
¿Y cuál será la que venga ahora?
Pues solamente nos faltan cuatro,
para llegar al número siete,
como las de Egipto famosas.
Si no queremos que la piel de toro,
quede como una piel borrosa,
de una nación que lo fue todo;
hemos de hacer como el que renace,
y expulsar de nuestras vidas, al Gafe.