Se suceden en Europa los atentados musulmanes, con coche -atropellos- o con cuchillo, a puñalada limpia, contra un público indiscriminado, contra el primero que me encuentre por la calle.

 

Tengan en cuenta que no son atentados contra un objetivo presuntamente anti-islámico. No, son ataques contra desconocidos inocentes, a veces bebés, por el hecho de ser occidentales, es decir, cristianos, lo sean o no lo sean, por vestir a la occidental. Algo sin duda, muy grave.

La Europa cristiana no se atreve a criticar a los asesinos musulmanes... y eso que ningún cristiano mata por su fe (aunque también es verdad que tampoco son capaces de morir por ella) en la vieja Europa

Y ocurre en cualquier lugar de Europa. En Alemania, en Francia, en Austria, al grito de "Alá es grande"... los asesinos se hacen respetables. Y con la idiocia que inunda el Viejo continente, antaño creador del mundo, tras cualquiera de esos atentados no falta una izquierda que se conmueve... con los agresores: ¡Pobriños, están muy estigmatizados! 

Y lo que resulta aún más peligroso: la mayoría calla, por cuanto criticar a estos fanáticos sería una muestra de intolerancia, de trumpismo, de ultraderechismo.

La Europa cristiana no se atreve a criticar a los asesinos musulmanes... y eso que ningún cristiano mata por su fe (aunque también es verdad que tampoco son capaces de morir por ella) en la vieja Europa ni en ningún otro lugar del mundo. 

Y así nos va. Porque lo más triste es que el europeo del siglo XXI prefiere atacar a la Iglesia católica, a su cristianismo mientras defiende al islamismo que quiere liquidarlo.¿Es masoquismo o es idiocia? Ni una cosa ni otra: las dos.