Nicolas Sarkozy ha entrado en la prisión de la Santé. Condenado a cinco años, es posible que salga mucho antes en libertad provisional. Ni tan siquiera se ha esperado al recurso porque la sentencia no es firme. Hablamos de un delito cometido en 2007: recibir dinero para su mapa del régimen libio de Gadafi. A través de intermediarios y condenado por haberlo permitido, no por haberlo hecho. 

Es igual: los hay que seguimos el dictamen gitano de "tengas juicios y los ganes".

La pregunta es: ¿qué habrá pensado Pedro Sánchez al verle entra en prisión? Pero ojo, que el colombiano Uribe ha estado a punto de entrar y Bolsonaro está al borde de la cárcel. 

Esto de enchironar a los poderosos empieza a convertirse en costumbre. 

A ver: es bueno que hasta un presidente del Gobierno pueda entrar en prisión, es malo que la oposición consista, no en derribar a un gobierno, sino que el presidente del mismo acabe en la trena.

Eso no es política, es rencor, eso no es justicia, es venganza.