- Esta ex-monja se autocalifica como "monoteísta freelance".
- "Estudiosa de las religiones", lo suyo es una macedonia de panteísmo, cristianismo, islamismo, judaísmo y feminismo.
- Es decir, el sincretismo romano traído al siglo XXI. Todo muy aprovechable.
La Fundación Príncipe de Asturias ha concedido el
premio Princesa de Asturias (pobre Leonor) de las Ciencias Sociales 2017 a la británica
Karen Armstrong (
en la imagen), certificando así otro año más de ridículo por parte de los
galardones más importantes de nuestro país.
Si ustedes quieren saber quién es Karen Armstrong acudan a su propia definición: "
monoteísta freelance" y en especial al libro del gran estudioso del Nuevo Orden Mundial (NOM), el recientemente fallecido
Juan Claudio Sanahuja. Se trata de crear un gobierno mundial con una religión universal anexa. Y para creer ese credo se coge un poco de aquí y otro de allí y creamos la
Carta de la Tierra que sustituye a los 10 mandamientos:
feminismo, panteísmo, ecologismo, cristianismo, hebraísmo, budismo, islamismo, lo que haga falta.
Karen Armstrong no falta en ninguno de los aquelarres sobre la nueva religión universal,
aquelarres que han sido narrados por Sanahuja y que han merecido la preocupación de
cualquier religión que se tome en serio sus postulados. Por ejemplo, el
Papa Benedicto XVI.
En cualquier caso, los
Premios Princesa de Asturias, con sede en la ciudad de Oviedo, han vuelto a hacer el ridículo más espantoso. A fin de cuentas, esos galardones siguen la estela de la nueva masonería internacional, dicha NOM.
Y naturalmente, doña Karen forma parte del Consejo directivo de la Alianza de Civilizaciones. ¿No es genial?
Se lo aseguro: mis paisanos están idiotizados.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com