Toma de posesión de Miquel Iceta como Ministro de Autonomías y del Funcionariado. Al fin, Miquel es ministro en Madrid, una plaza que ya conoce, porque cuando Narcís Serra era vicepresidente, el fue su jefe de Gabinete, así que ya conoce Moncloa.

Su discurso fue una profesión de tópicos progres. Atención: “Yo creo en lo público porque lo público es lo de todos, lo que garantiza derechos y ampara libertades”. ¡Venga ya! Lo público, Miquel es el dinero de los demás que tú, como ministro manejas a tu antojo.

¿Lo público garantiza derechos y ampara libertades? Pero hombre, lo público es el Estado y la libertad siempre ha sido la lucha del individuo para liberarse de las garras del Estado.

El individuo quiere ser libre y el Estado es el que impone coercitivamente su voluntad al individuo y, por ello, lo que merma sus derechos.

Se puede entender que la izquierda reivindique la igualdad, y que incluso pretenda identificar igualdad con justicia -que, por cierto, tienen poco que ver- pero asegurar que lo público, es decir, el Estado, es decir, el Gobierno, es decir, la  mamandurria de Miquel Iceta, es la garantía de libertad... cuando no es otra cosa que el dinero público usurpado a los particulares.

Y luego está lo otro. El nuevo ministro de las Autonomías hablaba anteayer de las naciones -muchas naciones- de España confederal. Ya ministro, se refiere a una España “fuerte en su unidad y orgullosa en su diversidad”. No cuela.