La protagonista de los dos vídeos que tienen a continuación es Kathy Díaz, vive en Barcelo y sufre y sustenta a su inquiokupa
La protagonista de los dos vídeos que tienen a continuación es Kathy Díaz, vive en Barcelona y sufre y sustenta a su inquiokupa desde hace cuatro años, soportando una deuda de 16.000 euros.
Mis inquilinos morosos me deben 16.000 euros.
— tengo una inkiocupa! (@kdrbcn) April 13, 2024
4 años con ellos.
No los puedo echar por culpa del decreto 11/2020.
Ojalá le puedan preguntar esta noche en la @laSextaXplica a la ministra de vivienda por qué el pequeño propietario tiene que ser el escudo social. pic.twitter.com/OgIDozeZx6
Vivo en Barcelona.
— tengo una inkiocupa! (@kdrbcn) May 3, 2024
Ahora todo los partidos están con sus mítines prometiendo cosas.
Yo lo tengo claro. Solo votaré aquel partido que diga claramente cómo va a proteger al pequeño propietario de los inquilinos morosos
4 años llevo sin poder echar a mi inquilina morosa pic.twitter.com/ekmCTBl8dq
Kathy habla del Real Decreto 11/2020 que aprobó el Gobierno social-podemita, "por el que se adoptan medidas urgentes complementarias en el ámbito social y económico para hacer frente al Covid-19".
Una de las medidas fue la "Suspensión del procedimiento de desahucio y de los lanzamientos para hogares vulnerables sin alternativa habitacional", es más, el Real Decreto fue extendido y a día de hoy esta norma sigue en pie. Es decir, que si por ejemplo en la vivienda reside un menor o una persona con discapacidad, no se podrá proceder al desalojo, porque son considerados vulnerables.
Además, es complicado identificar si son falsos vulnerables dentro del plazo de 48 horas de desahucio, por lo que la situación que vemos una y otra vez es la siguiente: el juez ordena el desahucio, el inquiokupa alega vulnerabilidad, el juez inicia el plazo para que lo acredite, el inquiokupa no lo acredita, se archiva la pieza, y el proceso de desahucio se reanuda, se marca nueva fecha, pero el inquiokupa vuelve a presentar un incidente de suspensión por vulnerabilidad, y vuelta a empezar. Mientras tanto, los propietarios no reciben el dinero del alquiler y tienen que seguir pagando hipoteca, luz, gas, agua, comunidad y suministros. Sino, podrían ser acusados de acoso o coacción contra el okupa.
Y esto es lo que le ha pasado Kathy, que denuncia las altas facturas de agua que llegan de su inquiokupa, que vive sola, pero que le dice que le abre los grifos, por el simple hecho de fastidiar y de actuar con la vulnerabilidad que les caracteriza, por sentirse protegidos por el Gobierno.
Uno de los recibos de agua de mi inquiocupa , vive sola! Ella me amenaza con que me abre los grifos,
— tengo una inkiocupa! (@kdrbcn) May 1, 2024
Debo creerla?
Cada vez que me tiene que llegar un recibo tiemblo por ver el importe @isabelrguez me das tu número de cuenta y te lo domicilio? AGONÍA! Es poco! pic.twitter.com/YV6Tq4XkyN
Y como en la okupación vivimos en el mundo al revés, ha sucedido lo que explicábamos más arriba. La inquiokupa ha denunciado a la legítima promietaria, la cual ha sido obligada a restaurar el suministro de inmediato.
🔴Carta del juzgado recibida por la propietaria @kdrbcn en la que se dirigen a ella como "condenada", y obligan a restablecer los suministros a su inquiokupa, mientras ésta le denuncia, increpa y amenaza con dejar abiertos los grifos. Es la España que nos toca vivir #STOPokupas pic.twitter.com/Iv7u8rB8ml
— Jali #STOPokupas (@jaliroller) May 2, 2024
Supuestamente deberían ser los Servicios Sociales y las Administraciones Públicas las que se hicieran cargo de buscar una alternativa habitacional a estas personas, pero la realidad es que con el Real Decreto dejan a los propietarios con la carga de proteger al supuesto vulnerable, lo que provoca que sean ellos los que acaben en situación de vulnerabilidad real.