En Gaza, prosigue el conflicto bélico entre Israel y los terroristas yihadistas palestinos de Hamás, después de que estos invadieran el pasado 7 de octubre territorio judío y provocasen la muerte de unos 1.200 israelíes y secuestrasen a unas 250 personas. 

Desde entonces, la represalia israelí habría causado unos 35.000 muertos. 

Este conflicto está provocando posicionamientos y movimientos geoestratégicos a nivel mundial. Por ejemplo, la reciente ruptura de relaciones de la Colombia del ultraizquierdista Gustavo Petro con Tel Aviv, por "tener un presidente genocida".   

Una decisión que fue contestada por el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz: "El presidente de Colombia prometió premiar a los asesinos y violadores de Hamás, y hoy cumplió su promesa. La Historia recordará que Gustavo Petro decidió ponerse del lado de los monstruos más despreciables conocidos por la humanidad que quemaron bebés, asesinaron niños, violaron mujeres y secuestraron a civiles inocentes".

Y la noticia de hoy es que otro país, Turquía, -gobernado por el islamista radical Recep Tayyip Erdoğan- ha decidido suspender las relaciones comerciales -importaciones y exportaciones- con Israel, "hasta que el Gobierno de Israel permita un flujo ininterrumpido y suficiente de ayuda humanitaria a Gaza".  

"Por otra parte, el Ministerio de Comercio turco está coordinándose con el Ministerio nacional de Economía palestina para que esta restricción no afecte a nuestros hermanos palestinos obligados a vivir bajo la ocupación", añade el comunicado de los turcos.

Este anuncio ha sido rápidamente respondido también por el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz: "Erdogan rompe acuerdos al bloquear los puertos para importaciones y exportaciones israelíes. Así es como actúa un dictador, pasando por alto el interés del pueblo turco y los comerciantes e ignorando los acuerdos de comercio internacionales".