- Y un presidente un pelín bocazas, llamado Emilio Saracho.
- ¿Hubo problemas de liquidez? Sí, pero multiplicado por las razones aducidas.
- Y nada que no resultara subsanable.
- Sobre todo si el presidente no estuviera jugando a vender su banco… ¡y baratico!
Durante
el primer semestre del año el Banco Popular se hunde en bolsa hasta la intervención del
6 de junio. Razón oficial: la liquidez. ¿Cierto? Sí, había retirada de depósitos de liquidez primaria (oficinas). Ahora bien, resulta que
la liquidez primaria, en la banca del siglo XXI, es algo menor y absolutamente subsanable con el apoyo del BCE. Sólo que el BCE está en la conspiración para cargarse al
Popular y no estaba por la labor. Y el Banco de España fue solapado, chuleado y preterido en el asunto: obedeció órdenes de Europa, mientras
el Gobierno Rajoy inclinaba la cerviz.
Pero es que los problemas de liquidez fueron creados, en primer lugar, por un presidente un pelín bocazas, llamado
Emilio Saracho. Cada vez que hablaba se desplomaba la acción, en su empeño suicida, y un tanto necio, de
vender barato el Popular. Y lo consiguió por un euro.
Pero la relación entre
evolución bursátil y liquidez no ha sido la más plausible. Dicho de otra forma:
lo que tumbó al Popular no fue la Bolsa, sino la prensa, en especial dos medios,
El Confidencial y Expansión.
Y sí, la prensa causó más alarma que la Bolsa.
Pero el mal estaba dentro. Y esos males son más difíciles de atajar.
Ya saben: la gran empresa es el único barco que
hace aguas por la parte superior.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com