Locura Covid. Después de los verificadores, los ‘concienciadores': cuando el carcelero es tu vecino o tu colega, el tirano lo tiene fácil
Es el nuevo voluntariado. Aprovechando la chifladura Covid hemos creado los concienciadores. Es decir, voluntarios que dan la matraca a todo aquel que se distancie un milímetro de las ordenanzas restrictivas sobre Covid.
La tele nos ha enseñado a estos meritorios ciudadanos. Verbigracia: está un señor tan tranquilo tomando una cerveza en el bar y se le acerca el concienciador para decirle que tiene que ponerse la mascarilla cuando no esté bebiendo. O sea, tirando a permanentemente.
Se lo dice ante las cámaras, con un deje de mala leche, naturalmente, porque a estas autoridades sin autoridad, les pones un chaleco reflectante y ya se creen un general.
Hemos pasado de los ‘verificadores’, es decir los censores pagados por George Soros y por los gobiernos por ejemplo, el Gobierno español.
Un consejo: mande al concienciador a freír muchos espárragos.