• Que es lo mismo que algunos llevamos diciendo desde tiempo atrás.
  • Con lo que no se atreve es con la otra cara de la moneda de la jubilación: promocionar la natalidad.
  • Con un salario maternal que compense el esfuerzo de la mujer.
El gobernador del Banco de España, Luis Linde (en la imagen), se plantó en el Congreso y habló de retrasar la edad de jubilación. Gran conmoción. El buen político se dedica a engañar honradamente al pueblo. Por ejemplo, todo político que se hay preocupado de estudiarse el tema, sabe perfectamente que el envejecimiento de la población hace imposible pagar, no ya las pensiones futuras sino tampoco la sanidad futura. Domo unos comodones, no hemos querido tener hijos y así nos va. Bueno, y luego está el hecho de que los ancianos, unos egoístas de tomo y lomo, viven cada vez más y se niegan a morirse para cuadrar las cuentas de la Seguridad Social. ¡Una vergüenza! Total, que dice Linde que hay que retrasar la edad jubilación. No dice hasta cuándo, aunque todos los expertos están hablando de los 70 años de edad. Pero, al menos se ha atrevido a hablar de un segundo retraso en la edad de jubilación y este menos paulatino. Pero a lo que no se ha atrevido Linde es a plantear la otra cara de la moneda: para poder pagar las pensiones no sólo hay que retrasar la edad de jubilación sino que hay que incentivar la natalidad. La población envejece porque aumenta la esperanza de vida pero también porque no hay recambios. En definitiva, Linde no se atrevió a plantear la necesidad de un salario maternal: pagar a la pareja que tiene hijos, especialmente a la mujer que decide quedarse en el hogar para criar y educar a sus hijos, una alternativa tan legítima como la de trabajo y sin duda mucho eficiente. En cualquier caso Linde ha empezado a hablar claro. ¡Bendito sea! Eulogio López eulogio@hispanidad.com