• La sonrisa eléctrica de Artur Mas empieza a resultar patética.
  • El burgués Artur Mas y la kale borroka de la CUP comparten ideario antiespañol, sólo que la CUP es ahora quien manda y Artur Mas quien obedece.
  • Dos hijos de Jordi Pujol podrían entrar en breve en prisión. Y toda España aplaudirá.
El Financial Times se ensañaba el jueves con Cataluña, hablando del estúpido intento de independencia. La verdad es que sólo un poco más estúpido que el proceso de independencia escocés. Sí, lo sé: es que no me gusta nada la llamada biblia del capitalismo, ese pensamiento débil que se guía por un solo dogma: lo que puede hacerse debe hacerse, sobre todo si aumenta mi cuenta corriente. Encima, las agencias de rating (que me gustan aún menos que el Financial Times), y que constituyen otro instrumento del Nuevo Orden Mundial Financiero (NOM-F), rebajan los bonos catalanes a la altura del bono basura. Y aquí no ha perdido la banca catalana que obtuvo una maravillosa comisión. Pero la verdad es que Artur Mas empieza a resultar patético. Con sonrisa eléctrica, el mártir de la Catalunya libre se dirigía a los majaderos soviéticos de la CUP, los radicales de ultraizquierda y de pensamiento débil, suplicando que le hicieran presidente. Lo harán, seguro, porque todos ellos están unidos en un cordón umbilical poderoso: su aversión a España. Sí, el burgués Artur Mas y la 'kale borroka' de la CUP comparten ideario antiespañol, sólo que la CUP esa ahora quien manda y Artur Mas quien obedece. Y encima, en breve, al menos dos hijos de Jordi Pujol pueden acabar en la cárcel. Y toda España aplaudirá. Será el comienzo de un camino de desencuentro que sí tendrá retorno -todo tiene retorno- pero que tardará mucho tiempo en rehacerse. Porque, tras la entrada en prisión de los Pujol, habrá otra mucha gente que, en aplicación de las decisiones de los tribunales, también entrará en prisión. Eulogio López eulogio@hispanidad.com