Sr. Director:
Los primeros presupuestos de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, con sus socios de gobierno, se están presentando como sociales, tanto en ingresos, elevando los impuestos a grandes fortunas y empresas, como en gastos, cuando es evidente el dato de que presupuestos anteriores destinaban un porcentaje mayor a gasto social, en concreto el 56% frente al 52% previsto en los presupuestos para 2021.
La maquinaria mediática del Gobierno lleva ya tiempo inoculando el mensaje: son unos presupuestos sociales, sólo se aumentarán impuestos a los ricos.
Resulta que, entre las medidas estelares de los presupuestos para 2021, bajo ese envoltorio social, se sube el diésel. Como soy uno de los 16 millones que tiene vehículo diesel, para Sánchez e Iglesias soy rico: llenar el depósito cada año me costará aproximadamente unos 50 euros más.
El Gobierno prevé recaudar unos 500 millones de euros al subir el diésel, justificándolo en recomendaciones europeas y, de paso, avisando que para 2050 se prevé prohibir los vehículos diesel: que esté tranquilo el Gobierno, que no prevemos que los vehículos actuales perduren hasta el año 2050.
Pero resulta que también soy rico para Pedro Sánchez porque bebo bebidas azucaradas y edulcoradas. Se prevé ingresar por el incremento de IVA -ahora es el 10%, subirá al 21% - en este apartado, 340 millones de euros, que lógicamente subirán supermercados y tiendas al consumidor.
Y también se prevé subir el precio de los plásticos de un solo uso, que como los apartados anteriormente mencionados castigan a la clase media, pero Sánchez nos repite que no, que se pide un esfuerzo a los más pudientes.