En 2008, ya se lograba mantener con vida a bebés de 22 semanas de gestación y desde entonces, ha habido avances científicos
Sr. Director:
¿Qué pasó en Concordia? Militantes provida convocan a manifestarse hoy en Paraná (Argentina) a las 20 horas frente a la Casa de Gobierno de Entre Ríos. Piden la derogación del “Protocolo de la muerte”.
Como hemos dicho en otras oportunidades, hacer un aborto es “interrumpir el embarazo” y matar al niño, ambas cosas tienen que confluir. El aborto implica siempre el asesinato del bebé, al que no se le prodigan cuidados neonatológicos -aunque sea viable- porque si no matan al chico no es “aborto”, es “adelantar el parto” (Notivida Nº 676).
Como en este país el neonaticidio todavía está penado, lo que se hace es matar al niño por nacer dentro del útero materno con una inyección y expulsarlo muerto; de todos modos lo habitual es proceder así para no tener que asfixiarlo después o dejarlo morir a la vista de todos (Notivida Nº 1135).
Si por algún motivo el bebé no murió antes de su expulsión -y no se lo asiste ni elimina en forma directa-, puede sobrevivir minutos u horas, dependiendo de la edad gestacional y nivel madurativo.
En estos días levantó polémica el caso de una nena de 13 años a la que se le practicó un aborto -a las 22 semanas de gestación- en el Hospital Masvernat de Concordia. Basándose en el relato de varios médicos del Nosocomio, entre ellos el director y la vicedirectora, el periodista Osvaldo Bodean puso sobre el tapete que el bebé sobrevivió varias horas en una chata.
¿“Imposible científicamente”?
Entre las muchas críticas que recibió Bodean está la nota de Miriam Lewin en TN sobre “Fake news y aborto no punible: los inventos de los provida”. Lewin reprodujo la afirmación que desde la lejanía de Chubut hizo la ginecóloga abortista Stella Maris Manzano: “este feto tenía 22 semanas” y “sabemos que la viabilidad, o sea la posibilidad de vivir fuera del útero de la madre, recién se adquiere a las 24 semanas”. De allí Lewin dedujo el “imposible científicamente” con el que subtituló.
Lo mismo dijo el Ministerio de Salud de Entre Ríos y en particular Lucy Grimalt, miembro de la “Campaña Nacional por el Derecho al Aborto”, que desde hace un año está al frente del Programa Provincial de Salud Sexual y Reproductiva: “a las 22 semanas es totalmente inviable la vida fuera del útero”.
Curiosamente, el mismo multimedio que publicó la nota de Lewin, afirmaba en 2008 que ya en ese momento en el país se lograba “mantener con vida bebés de apenas 22 semanas de gestación y de entre 400 y 500 gramos de peso” (Clarín, 17/06/2008). La nota reflejaba las conclusiones de un simposio internacional de neonatología del que participaron encumbrados referentes nacionales.
Teniendo en cuenta los avances científicos de la última década, resulta incomprensible que alguien pueda descartar taxativamente la posibilidad de sobrevivir del bebé de Concordia.
¿Qué pasó en Concordia?
Muchas son las entidades que frente a las noticias difundidas por los medios piden el esclarecimiento del caso, entre ellas la Corporación de Abogados Católicos que en nota dirigida al Gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, exige, entre otras cosas, que se investigue la responsabilidad de la provincia que respalda estas situaciones; que se ejecutan “con el auxilio del aparato sanitario provincial” y obviando la intervención “de los defensores de menores e incapaces”.
Los abogados católicos piden también que se investigue la responsabilidad de la dirección del hospital y si “el caso encuadra como abandono de persona (Código Penal, artículos 116 a 118) agravado por haber resultado en muerte (homicidio)”.