Sr. Director:
Mientras siembran odios y enfrentamientos a través de los múltiples y subvencionados chiringuitos de género y de memoria histórica, que se han montado para colocar a todos los suyos y suyas... Mientras proyectan comités para controlar la libertad de expresión en nombre de lo que ellos decidan que es la verdad... Mientras elaboran una ley de educación desastrosa que se inicia marginando la lengua oficial de la nación a cambio del apoyo presupuestario de una parte minoritaria de españoles traidores, y continúa desterrando la libertad de elección de los padres y suprimiendo la educación especial de los niños discapacitados que requieren el esfuerzo, dedicación y sacrificio de unos profesionales tan extraordinarios como vocacionales... Mientras nos torean con el número de muertos de la COVID y el ridículo baile de las mascarillas, acerca de su obligatoriedad (ahora no, ahora sí) y su alto IVA «impuesto» por la Unión Europea...
Mientras todo esto sucede, el doctor Sánchezstein sigue consolidando su «Gobierno de progreso», aportando una nueva pieza a su criatura: Bildu, el brazo político de los etarras, llamado a integrarse «en la dirección del Estado» según confiesa Igor Iglesias, el estrecho colaborador del doctor. Si no fuera por la indignidad y el doloroso precio que nos cuesta, este escenario se asemejaría demasiado al de una mascarada carnavalesca.