Sr. Director:
He leído una carta abierta al obispo de Jaca, Monseñor Julián Ruiz Martorell, cuyo autor es D. Javier Paredes. Se trata de una profanación a la Divina Eucaristía. Día 3-10, Misa de 12 horas en Canfranc. El sacerdote le niega la comunión en la boca, contra las normas del Magisterio, pero lo absolutamente condenable, sin paliativos, es que el sacerdote moja la Sagrada Forma en el cáliz y luego la distribuye en la mano a los fieles. Supongo que ya estará informado de esta gravísima profanación. Apoyo total al escrito del Sr. Parees, esto, para conocimiento de los fieles, tiene que ser públicamente condenado por el Obispo y que tome las medidas oportunas para que no se vuelva a producir una profanación así. Claro, si en la propia Iglesia se profana la Divina Eucaristía, Satanás lo tiene fácil, y así se explican los muy numerosos ataque que se producen en el mundo contra la Iglesia Católica.