Sr. Director:
Las declaraciones del alcalde Martiño Noriega, en las que justificaba el contenido del pregón del Carnaval en Santiago de Compostela por estar enmarcado dentro de la sátira y el humor, no pasan de ser un insulto a la inteligencia y una muestra de irresponsabilidad y de falta de sintonía con la ciudad a la que debería representar y servir.
Los arzobispados de Santiago de Compostela y Zaragoza denunciaron, con razón, este acto que daña la convivencia y desprecia el patrimonio espiritual y moral de nuestro pueblo, al tiempo que invitaban a los fieles a realizar actos de desagravio.
Sin duda, fue una ocasión para mostrar la Fe como factor de convivencia y construcción social.
Suso Madrid
Dile a los jueces y juezas... Vicente Vallés, ejerciendo de feministo
14/12/24 15:00