Sr. Directivas:
En las cuatro décadas largas de democracia, en España solo se han puesto en marcha leyes educativas de cuño socialista. Los pobres resultados saltan a la vista y los rankings internacionales nos sacan los colores. Por eso lo último que necesita España es otra ley que se apruebe de esta manera; un texto sobre el que se ciernen, además, graves sospechas de que termine por atropellar el derecho fundamental a la libertad de enseñanza, y que tramitado así, escamotearía a la opinión pública el debate sobre una ley esencial, que nacería dividiendo a la propia comunidad educativa.
Lo sensato sería que esos Pactos de Estado para la reconstrucción, que tanto reclama el Gobierno, incluyan también la cuestión educativa, de modo que tengamos una ley que dé seguridad y estabilidad al sistema en el marco del pacto constitucional.