Sr. Director:

Una de las creaciones literarias más lúcida y brillante de la literatura española de todos  los tiempos relacionada con la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo es Las Figuras  de la Pasion;   su genial autor logra una síntesis perfecta de emoción-pasión entre la estética literaria y la profundidad teológica, pues  sin ser ni un tratado de Cristología, ni una hermenéutica  abstracta de los textos evangélicos, ni una meditación piadosa, des-contextualizada y atemporal, sí se percibe la influencia de los Ejercicios Espirituales  de San ignacio de Loyola  en la composición de los espacios y tiempos narrativos . Son estas Figuras  fruto de  enseñanzas infantiles sobre la Pasión   por  eso se las dedica a su madre. Pero también son el resultado de un conocimiento enciclopédico de todas las realidades sociales, políticas y religiosas de  la Palestina del tiempo de Jesús, bajo el poder del César Romano.

 Gabriel Miró logra que el lector se emocione al revivir la  vida, enseñanzas y la muerte de Jesús vista desde la provincia alicantina en la que Miró escribió su obra. Escrita con un estilo impresionista y de extraordinaria riqueza léxica, impregnada de geniales  y bellas sinestesias. Los olores, sabores,  colores  calores  de los cielos y los mares mediterráneos envuelven estos cuadros narrativos  Quizá por eso mismo, lo que  constituye la grandeza literaria de Miró, fue  causa de  desaprobación por parte de cierta crítica  roma y amorfa que se movía entre el postromanticismo cursi o el realismo naturalista.

Miró nos va acercando a los personajes  figuras, que intervienen en la Pasión de Jesucristo desde  Judas con su traición dineraria, hasta las piadosas mujeres, que pinta con una ternura y un realismo admirables, unidas por la Madre de Jesús quien permanece  de pie y dolorosa en la piedra de Calvario.  Con genial exactitud  Miró nos presenta el mundo de la mujer y su situación en una sociedad dominada por el poder político y religiosa de los hombres, al que se enfrenta Jesús perdonando a los adúlteras, curando a las enfermas y dejándose lavar los pies  con los cabellos y perfumes de la pecadora. Son las mujeres pascuales las principales testigos de la Resurrección.

Solo ellas (  Samaritana, la Verónica..) enfrentadas a los poderes políticos y religiosos,   asisten y se compadecen  del Reo Divino, junto al más joven de los discípulos Juan, han permanecido y  han visto la agonía terrible de Jesús, que Miró describe con un patetismo  próximo la tremendismo  cuando trata  de  últimas palabra de Jesús agónico: ¡¡DIOS MÍOS DIOSMÍO, ¿ POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?!!. Otros personajes claves son los judíos que  han visto en Jesús lo que realmente fue el Mesías prometido,  José de Arimatea y Nicodemo, antítesis perfecta y radical  del Sanedrín que ha decretado  la muerte de Jesús, aunque  solo puede aplicarla el gobernador Pilato inseguro escéptico y violento. O El padre de  familia que asiste como espectador entusiasmado  a los momentos  cumbres de la Última Cena con  La Nueva  Alianza, el Nuevo sacerdocio, y el Mandamiento del Amor Fraterno. El Centurión Romano, pagano quien tiene la misión de reconocer LA FILIACIÓN  DIVINA DEL CRUCIFICADO INOCENTE.

En Las Figuras de la Pasión  Miró nos ha dejado un testimonio  imperecedero de  su Fe Católica plasmada en una  palabra fecundada con una estética lírica de singular belleza plástica. Las Figuras de la Pasión, han nacido de vivencias personalísimas de la Pasión: son maravillosas estampas, testimonios literarios enraizadas en una fe católica nada convencional, sino expresada en realismo estético desbordante con base en los  Evangelios  como raíz profunda.