Sr. Director:

El periodista Josele Sánchez ha fallecido a consecuencia de un fulminante cáncer de hígado que le fue diagnosticado hace unos pocos meses.

Tuvo que sobrevivir exiliado en el extranjero desde que fue condenado a tres años de cárcel por su artículo “Yo no te creo”, que denunciaba la pantomima del mediático juicio de “La Manada”, la intensa y mezquina persecución a la que fue sometido por el sistema repercutió enormemente en su salud, es muy probable que sus desventuras lo llevaron a somatizar la enfermedad, o como poco a agravarla, que le ha llevado a la muerte.

Audaz periodista, fue corresponsal de guerra de los Balcanes, en 1999, en la que la Yugoslavia postcomunista fue desmembrada por la OTAN (con el socialista Javier Solana al frente de la OTAN y con Pedro Sánchez como aprendiz). Se acabó convirtiendo en un acerado crítico de la corrupción sistémica del régimen surgido de la transición, como resultado de ello, los oligarcas y caciques del régimen no lo perdonaron e intentaron hacérselo pagar muy caro. 

Fue director de la Tribuna de Cartagena y posteriormente de la Tribuna de España, destacó en la denuncia de la mafia política y judicial del caso “Bar España” de Benicarló, y en el pantomímico juicio de “La Manada”, ideado para satisfacer a los corifeos del poder. Estas fueron algunas de las piedras de toque que lo llevaron por la calle de la amargura: detenciones, juicios y condenas. Aún tenía pendientes varios de ellos con peticiones de muchísimos años de cárcel. Se había convertido en un crítico molesto y peligroso del que había que deshacerse bajo la capa de democrática justicia.

En estos momentos en los que quienes nos mal gobiernan están perdonando a todos aquellos que han delinquido, se han corrompido y han corrompido a otros durante las últimas décadas; para Josele Sánchez no ha habido indulto ni amnistía. Apasionado por la verdad, le había metido el dedo en el ojo al poder y había que hacérselo pagar al mayor precio posible, como venganza y aviso a navegantes.

Sin embargo, Josele no ha caído en manos de la justicia humana, esa que te condena, aunque seas inocente y te amnistía o anula tu sentencia si les conviene a los que mandan.

Josele no ha caído en manos de los hombres, sino en las del buen Dios, que tiene misericordia. Recibió los sacramentos y entregó su alma al Creador como buen católico español. En el justo juicio divino es seguro que ha encontrado a Jesucristo, el supremo abogado que, con su sangre derramada en la Cruz, habrá obtenido para nuestro amigo aquella absolución que la corrupta justicia humana siempre se negó a darle. 

Decimos adiós a un guerrero. 

Hay que dar por seguro que Josele Sánchez está ya con Dios, dejando en nuestro corazón y en el mundo un gran vacío, pero también un infinito de enseñanzas, valores, y la verdad al descubierto. 

La enfermedad que le acechaba se lo llevó mientras dormía, dándole al fin el descanso divino tras una vida dedicada a la batalla.

La familia y los amigos más íntimos lo han despedido hoy en una ceremonia católica y discreta, siguiendo su voluntad.

Próximamente se celebrará una misa funeral por su eterno y merecido descanso 

DEP

Ad aeternum.