Sr. Director: Alcázar de San Juan, un lugar tan querido por manchego como español, ha sentenciado desde su ayuntamiento regido hoy por el PSOE (mañana quién sabe) que no quiere ser más católico. Como días antes Callosa de Segura, en Alicante. Es otro desgranarse de España, que no hay más que una. Se olvidan estos pueblos que el catolicismo está más arraigado, desde siglos ya, que los partidos políticos  de hogaño, que no pueden representar el sentir de  las conciencias españolas. Quieren, poco a poco, expulsar el cristianismo de la vida española. Tal atropello no debe de ser permitido por los electores cristianos y españoles a la hora de usar su voto,  desde las urnas y  al formar las listas. Ginés Alcaraz