Sr. Director:
Chile es un país en el que una amplia clase media subsiste con dificultades; en el que la educación y la sanidad o las pensiones, lejos de elevar el nivel de vida de la ciudadanía, consagran profundas desigualdades. El acuerdo constituyente no eximirá al Gobierno chileno y al resto de fuerzas políticas del deber de sacar adelante profundas reformas sociales. En los próximos meses, además, todos los actores políticos deberán trabajar para que la violencia de los pasados días no se convierta en un modelo de resolver los conflictos.
Chile tenía pendiente un cambio constitucional desde el final de la dictadura. Ahora queda un largo proceso que transitar, pero si los acuerdos no se rompen y los partidos siguen trabajando desde el diálogo y la transacción, el país puede cerrar una etapa de su historia especialmente dura y encarar con garantías el futuro.