Sr. Director:

Celebra la Iglesia Católica la festividad de los Santos Inocentes, en plena Navidad. Los relatos de la infancia de Jesús debido a su dimensión teológico-bíblica desconciertan a los modernos críticos segregacionistas, que admiten sin rubor los relatos apócrifos, mientras que consideran de dudosa historicidad los canónicos, pese a que San Lucas afirma con claridad que ha escrito su evangelio después de investigarlo todo diligentemente desde el principio, para conocer la solidez de los enseñanzas recibidas.

El episodio de la matanza de los inocentes siempre ha sido un recurso popular para toda clase de bromas, populares inocentadas, hoy en franco retroceso. San Mateo introduce dos personajes históricos para encuadrar el nacimiento del Niño Jesús: el emperador romano César Augusto y el Herodes (rey de los judíos) que ha pasado a la historia como cruel y sanguinario. Hizo ajusticiar a sus propios hijos Alejandro y Aristóbulo, porque presentía una amenaza para su poder. Lo mismo hizo con sus otro hijo Antípater. Teniendo en cuenta estos antecedentes criminales no es de extrañar que debido a la creencia muy extendida en la llegada de un nuevo rey, Herodes consultado por los Magos, que no hicieron caso de su falsa promesa de adorar al Niño Jesús, desatase toda su furia contra niños inocentes menores de dos años de su entorno. Son innumerables los obras de grandes pintores que han pintado con realismo sangriento, la horrible matanza de los Inocentes. 

En un lugar entrañable de La Guía, las Madres de Desamparados y de San José de la Montaña siguiendo el carisma de su fundara la Madre Petra acogen a madres que quieren que sus hijos vivan, pese a los grandes dificultades que han superado para no desprenderse del hijo de sus entrañas. Todo en este paraíso infantil gironés favorece la vida nacida y por nacer. Frente a la cultura de la muerte de una futura ley aborto las más mortífera de la historia, estas hijas de la Madre Petra siguiendo el mensaje pintado en sus paredes; La Providencia de Dios no falla nunca a quien se abandona en su brazos” se entregan noche y día al servicio de las madres y sus hijos necesitados de amor. Las Madres de San José de la Montaña solo entienden de vida ¡nada más!