Sr. Director:
Alemania anuncia la legislación más liberal de Europa con respecto al cánnabis, y se propone como modelo a seguir en el continente. El triunfalismo se agrieta con el rechazo de las farmacias, las encargadas de la venta, con el argumento de que su trabajo es proteger la salud, no destrozarla. Protestan también las asociaciones policiales, que advierten de que no pueden ir por la calle con una balanza, controlando que el consumidor no excede la cantidad de posesión permitida. Como argumento a favor se esgrime el fracaso de las políticas represivas. Además, comparado con los estragos del alcohol, el cánnabis no parece tan nocivo.
Lo que no dicen estos apologetas es que, si ahora hay un problema social, con la marihuana habrá dos. La juventud de los estratos más vulnerables y con menos alternativas de ocio será la gran perjudicada.