Es el momento de paralizar y para siempre, el muy siniestro proyecto del euro digital. Para entendernos, desde que lo anunció, hace ya algunos años, el BCE se ha afanado en desmontar las dudas que genera la instauración de esta moneda virtual, y se ha afanado tanto que ha dejado sin contenido el propio proyecto.

El plan de Fráncfort, no obstante, sigue adelante y tiene como fecha de lanzamiento 2029, tras una prueba piloto en 2027. Así lo han manifestado este lunes distintos ponentes durante la jornada sobre el euro digital, celebrada en el Banco de España.

Resumiendo: con la moneda virtual europea no se quiere dañar la competitividad actual de los medios de pago, por ejemplo, tarjetas y bizum; tampoco pretende sustituir a los depósitos en entidades privadas -se está analizando limitar a 3.000 euros los depósitos de particulares en el BCE con el euro digital-; por supuesto, no sustituye al efectivo, sino que quiere ser un complemento, cuidado, podría desequilibrar el sistema financiero actual si no se implementa adecuadamente.

Es decir, no pretende cambiar nada y, además, supone un riesgo que le costará a los europeos 1.300 millones de euros ponerlo en marcha y 320 millones mantenerlo, cada año. ¿No sería mejor paralizar inmediatamente, como Donald Trump paralizó el proyecto del dólar digital, en EEUU?

Otrosí: la privacidad. El BCE insiste en que está garantizada, tanto porque el sistema no guarda la información de los pagos y porque la privacidad está recogida en la legislación europea. Claro, y Bruselas también es garante de la democracia y, sin embargo, vetó al candidato rumano, Georgescu, que ganó la primera vuelta de las elecciones de aquel país por considerar que era pro-ruso, cuando en realidad lo que pasó es que era pro-matrimonio entre hombre y mujer, pro-vida y anti woke. “Lo hicimos en Rumanía y, obviamente, lo haremos en Alemania si es necesario”, advirtió posteriormente Thierry Breton, comisario de la muy democrática Comisión Europea.

Naturalmente, el BCE no lanzará el euro digital admitiendo que será un instrumento para controlar a los ciudadanos… pero de hecho le permite hacerlo y tarde o temprano lo utilizará para ese fin.

“El fin no es cambiar nada ni desplazar a las empresas privadas, sino tratar de que no se produzcan grandes cambios y mantener el actual paradigma que se ha demostrado exitoso”, afirmó Juan Ayuso, director general de operaciones, mercados y sistemas de pago del Banco de España y representante en la ‘High Level Task Force’ del euro digital, durante el evento de este lunes.

Entonces, ¿para qué lanzarlo?