Ha ocurrido en Estambul. Allí un perro callejero herido esperaba pacientemente a que una farmaceútica le atendiera, ya que se había lesionado una pata.

El animal, dada su inteligencia, debía de saber que estaba frente a la farmacia de Banu Cengiz quien se ha dado a conocer por ser una amante de los canes. Por eso, ha creado un salón para perros con comida y agua fuera de su establecimiento.

Afortunadamente, todo fue filmado por un smartphone que primero inmortalizó el sufrimiento del animal que le permitió a Cengiz curar su pata, luego su alegría y confianza al tumbarse en el suelo mostrando su barriga peluda en agradecimiento. Todo muy enternecedor… y muy inteligente.

Aunque, tal como yo lo veo, el único problema que puede provocar tanta inteligencia perruna es que como haya muchos canes como este, el Gobierno turco puede enfrentarse a un crecimiento de las listas de espera… Estaremos atentos.