Larry Cutler fallece por sorpresa, tras vivir una historia de amor con su mujer a lo largo de 65 años. Despierta en una especie de estación de paso, donde le espera su coordinadora del más allá que le informa de que deberá elegir dónde y con quién va a pasar la eternidad. Cuando poco después llega Joan, su esposa, que acaba de morir de un cáncer, ésta descubre que en ese lugar tan extraño también se encuentra su primer amor, Luke, que la ha estado esperando en el limbo durante 67 años para pasar la eternidad con ella. Joan se enfrenta a una elección imposible entre el hombre con el que ha pasado la vida y el hombre con el que no pudo vivirla. O, como dicen los responsables de la película, ¿qué merece más la pena: la electrizante tensión de la pasión juvenil sin límites o la inquebrantable devoción de décadas juntos?

Comedia romántica fantástica, tan entretenida como frívola, que expone todo el conflicto amoroso de forma “muy terrenal”, pero que, no obstante, plantea una pregunta teológica sobre la que se ha debatido muchas veces: ¿En el caso de una persona viuda, que se ha casado varias veces, con qué pareja estará en la eternidad? Porque, otro tema peliagudo, la edad que  tendrán en el paraíso los fallecidos, lo resuelven de una forma práctica: los seres humanos eligen la edad que quieren tener en función del momento más feliz de sus vidas. De ahí que muchos se decanten por la infancia y casi nadie por la adolescencia, ese periodo lleno de zozobra.

No es la primera vez que se aborda con humor el tema del más allá. Grandes directores de la historia del cine como Lubitsch, Powell & Pressburger, Warren Beatty y Albert Brooks hicieron sus propias comedias sobre visiones celestiales, con más o menos fortuna. El director de este film, David Freyne, ha manifestado que tenía mucho interés en hacer un largometraje que hiciera reflexionar sobre todo lo que anhelamos en este mundo y, podríamos añadir, creemos nos haría felices para siempre, pero abordado desde un punto de vista humano y no espiritual.

El triángulo amoroso formado por Larry, Joan y Luke está encarnado por actores con talento como Milles Teller, Elisabeth Olsen y Callum Turner, interpretan con mucha simpatía sus respectivos papeles, aunque, como suele ser habitual en las comedias románticas, la parte más cómica recae en un secundario: la actriz Da'Vine Joy Randolph, que se mete en la piel de esa coordinadora del más allá que parece una auténtica “coach”.

Para: los que les gusten las comedias románticas y no sean muy exigentes.