Thriller dramático inspirado en unos hechos reales, en concreto en uno de los escándalos financieros que convulsionaron al mundo económico y que tuvo como escenario Panamá. Se narra situando como protagonista a Ana Méndez, la directora jurídica de un bufete de abogados que, como tantos otros, hacían de intermediarios en la creación de sociedades offshore de clientes extranjeros.

Dirigida por el cineasta panameño Arturo Montenegro, los hechos que se narran fueron conocidos porque la investigación filtrada se publicó en 109 medios de comunicación de todo el mundo, el 3 de abril de 2016, debido a la colaboración de un consorcio de periodistas que destapó a poderosas personalidades mundiales acusadas de evasión fiscal y blanqueo de capitales.

Pero la película, además de denunciar estas prácticas ilegales, se centra en cómo vivió la mencionada Ana Méndez, también imputada, toda la persecución arropada, eso sí, por su familia. Pero ello no impidió que, para no ser detenida, tuviera que vivir escondida unos meses en la selva, ya que se enfrentó a un ataque mediático contra el país y el bufete en el que trabajaba. Acusada de blanqueo de capitales fue perseguida por el fiscal Roberto Ramírez y la Interpol, mientras sus jefes, y primeros responsables, eran encerrados en la cárcel.

La actriz oscense Megan Montaner realiza un buen trabajo  encabezando un reparto internacional en el que también aparecen los españoles Carlos Bardem y Antonio Dechent.

Tangencialmente la película, de alguna forma, quiere lavar el nombre de Panamá, desde el momento que aclaran que no es ni fue el único paraíso fiscal, pero sí sobre el que recayó todo el peso de la justicia.

Para: los quieran recordar unos hechos que todavía colean.