Pero la dureza del plan de ajuste se impuso
Casi coincidieron en el tiempo la detención de la penúltima cúpula de ETA y el Zapaterazo o plan de ajuste del Gobierno. Por esa razón, el presidente del Ejecutivo llamó personalmente a directores de diarios españoles (por ejemplo a Javier Moreno, de El País y a Pedro J. Ramírez, de El Mundo) para venderles el titular del fin definitivo de ETA. Y alguno lo compró.
Mala táctica. En cuanto se supo en qué consistía el plan de ajuste no hubo piedad, tampoco por parte de la prensa adicta a ZP, no muy amplia (El País, Público y El Periódico), aunque sí de la TV adicta al Gobierno, que es casi toda.
Para que vean lo mucho que trabaja el presidente: hasta se mete a asesor editorial.
Miriam Prat
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