Por pura casualidad, don Alfredo Pérez Rubalcaba pasó inadvertido en la Cumbre autonómica del PSOE en Zaragoza, donde se planteó la resurrección política del presidente del Gobierno.

Está claro que ZP no hace caso de las presiones de Felipe González y Alfredo Pérez Rubacalba, y piensa continuar. Con ello hundirá a España y a su propio partido pero eso, ¿a quién le importa?

El traidor Manuel Chaves y sus monaguillos, Jáuregui, Iglesias, Pepiño Blanco, todos aquellos cuya supervivencia política depende del propio ZP, cantaron las excelencias del líder y éste recogió el ditirambo.

Tanto es así que Zapatero volvió a ejercer como el rey de la tautología. Ojo al dato: España aboga por la transición pacífica en Egipto. No, si te parece va a apoyar la transición violenta.

Tautológico y cínico. Se retirará si ve que las encuestas no le son favorables. De otra forma, será el candidato del PSOE para las próximas generales o mejor, llegado el otoño convocará primarias para dividir aún más el partido entre la zapaterista Carme Chacón y el felipista Rubalcaba. Se retirará como todo un demócrata que ha hundido al país y a su partido.

El cinismo zapateril estalla de forma especialmente hiriente en una convención en la que participa 48 horas después de que se hiciera pública la encuesta de población activa correspondiente a 2010, en la que España supera el 20% de paro y más que duplica la media europea, la media de Eurolandia y la media de la OCDE. Oiga, y la crisis ha sido para todos. Vamos, que ZP debería haber presentado el viernes la dimisión -por pura casualidad, era lo que le exigían Rubalcaba y Felipe González- en lugar de jactarse de sus reformas.

Lo de ZP más bien tiene poco remedio. Después de él, el diluvio; con él ya tenemos la inundación.

Eulogio López

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