La llegada del presidente electo norteamericano Donald Trump a la Casa Blanca va a acometer una de las medidas estrellas a través de su nuevo asesor Elon Musk, el multimillonario hombre de negocios, para recortar drásticamente la burocracia en los EEUU. Buena nota han de tomar países europeos como España, agobiada cada vez más de un vasto poder público y burócratas que entorpecen la economía, las inversiones, el empleo y la productividad del país.

Todos queremos la misma burocracia que disfrutan los “sin papeles” llegados en cayucos sospechosos a nuestro país. A falta de documentos de identidad perciben sin demora todo tipo de ayudas y beneficios sociales y sin papeleo alguno. Ahora tú, víctima de la DANA, del volcán en La Palma o del terremoto en Lorca, ponte a pedir ayuda para sobrevivir. El tsunami de papeleos, permisos, instancias, justificantes, recibos, razones, presupuestos, objeciones, informes y contrainformes, así como de importes pertinentes, han de pasar por la criba de funcionarios, despachos, instancias, auditores, secretarios de justicia, informes técnicos, avales y negociaciones con entidades financieras que adelantan el importe pero cobrando sus buenas comisiones, y si hay demoras en el retorno los intereses no te los quita nadie. Bendita ayuda querida Rita. Pensábamos que lo que se da no se quita y si se quita es un ladrón.

Por si fuera poco, donde digo ayuda dije préstamo que además tributa en el IRPF o en el de Sociedades como es menester desde Hacienda, que como la banca siempre gana.

Pero mientras a unos “miserables” indigentes los meten en hoteles de lujo y obtienen una paga nada desdeñable sin mover un dedo ni papeleos y sin rellenar 42 datos dispares en sus formularios, hay otros que malviven en el mejor de los casos en contenedores y abrumados de los papeles echados a perder que han de tramitar para iniciar el papeleo. Mucho esputar contra las condiciones infrahumanas de los gazaties, pero dejan a los nuestros emulando un campamento de refugiados o sin tanta suerte hasta que llegan las ayudas con y sin papeles.

Lo mismo podría decirse de los fondos europeos next generation que multiplican el Plan Marshall a Alemania y que para combatir los efectos de la pandemia más grave de todos los tiempos en España siguen sin desembolsarse a los más afectados (autónomos, pymes y micro pymes) por no ser un enchufado del partido del gobierno.

Como este tipo de males, el presidente electo norteamericano Donald Trump se ha propuesto erradicar una buena parte de la burocracia en los EEUU. De ello se encargará el empresario multimillonario Elon Musk quien se ha marcado como objetivo recortar al menos un tercio la burocracia y unos gastos innecesarios en EEUU por valor de al menos 2 billones de dólares del presupuesto del gobierno federal al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). “Esto será una sacudida al sistema y a cualquier implicado en el despilfarro gubernamental”, ha confesado el nuevo asesor de Trump que actuará no como ministro sino como asesor externo bajo el sobaco de Trump.

Acabar con la burocracia es todo un desafío y todo un ejemplo a seguir en España y en el resto UE para recuperar la competitividad internacional al estar por los suelos con el agravante añadido de arrastrar un inflado déficit y gasto público más burocracia desmesurado. España es al parecer uno de los países que más tiempo dedica a la burocracia semanal con las administraciones.

Si España se lo propusiera podría adelgazar alrededor de 200.000 millones de Euros en grasa abdominal, recortando drásticamente la burocracia renunciando a duplicidades y competencias, chiringuitos, asesores, cargo públicos subvenciones y compra de votos todos ellos superfluos. Y lo que es más importante, multitud de ventanillas que espantan inversiones y a los emprendedores.

Hay toda una administración local, comarcal, autonómica y estatal abrigada de normativas, bandos, leyes, directivas y hasta mentiras que achacan a Bruselas cuando se ha demostrado que no es así dedicados a vender “permisología”, simplemente para justificar el afán recaudador que supuestamente debería hacer la vida más sencilla a las personas, pero que entorpece y encarece la existencia.

Así jamás contendremos la competencia asiática, y lo que es peor, jamás saldremos de la policrisis. Solo se justifica para disculpar el abultado número de cargos públicos, asesores y allegados que viven del cuento a cargo del erario. Musk lo tiene claro, y Trump quiere sentar un precedente histórico. Está por ver si lo consigue.

En España, bien haríamos de emular una cura de adelgazamiento administrativo, junto con una rebaja fiscal, incentivos y desgravaciones con una administración sin papeles que pueda darnos un respiro y devolver la salud al paciente Estado tan atiborrado de pastillas contra el colesterol malo. No como ahora, que el dinero , las licencias y permisos se reparten según criterio ideológico e intereses partidistas y nunca en función de pautas objetivas y transparentes hasta caer en la burocracia corrupta.

La burocracia europea no ha impedido que las supuestas sanciones contra la Rusia de Putin acabe por tercer año la invasión de Ucrania. Que China sea cada vez más determinante en el suministro de bienes estratégicos muy a pesar de Occidente y que Trump amenace con dejar de tutelar a Europa como lo ha venido haciendo desde el fin de la II Guerra Mundial.

El cambio climático y la revolución ecodigital no se culminan con más burocracia. En todo caso, muy al contrario. Si los refugiados en cayucos pueden disfrutar de comodidades y prestaciones sociales sin apenas papeles de forma inmediata, no se entiende que cada vez agrandemos el aparato burocrático y las ineficiencias de la economía. Mucho presumimos de procesos digitalizados pero sin renunciar al papel que se supone íbamos a ahorrarnos. El anticipo del tándem Trump/Dusk ojalá contagie a Europa también y España, si no por iniciativa propia por obligación haga también sus deberes.