La operación de Moncloa consiste en que Telefónica pague los platos rotos de sus dos medios privados afines: PRISA y Mediapro, ambos en quiebra técnica. Los Polanco continúan exigiendo 3.000 millones por Digital , pero nadie está dispuesto pagar esa cantidad
La soberbia es mala consejera, así que, a pesar de que nadie está dispuesto a pagar por la plataforma de TV de pago Digital más de 1.800 millones de euros (y eso si suman esfuerzos Vivendi y Telefónica) los Polanco siguen pidiendo 3.000 millones de euros. Y más: su monopolio en la TV de pago por satélite se devalúa cada día que pasa.
La política de los Polanco es suicida, porque los vencimientos de su deuda de 6.000 millones de euros (proporcionalmente mucho más elevada que la de Sacyr) comienzan en breve, pero aun esperan normalizar la situación... con ayuda del Gobierno, naturalmente.
Ya hemos dicho que el principal instrumento de ZP para mantenerse en el Gobierno es contar con el apoyo entusiasta de todos los grandes medios de comunicación. Ya cuenta con la radio y TV públicas, cuyo grado de manipulación y adoctrinamiento en pro del líder ha alcanzado cotas nunca vistas en todo el periodo democrático.
Pero no basta: mantiene su alianza con Tele 5, cada día más progubernamental, y chantajea a Planeta a través de la Generalitat catalana y el PSC. Otrosí, ZP exige el apoyo incondicional de Mediapro-La Sexta-Público y del todo poderoso grupo PRISA.
Sólo hay un problema, el grupo de los Polanco así como el de Jaume Roures y los Migueles están endeudaos hasta las cejas. A Mediapro le vencen 2.000 millones de euros en marzo, y está ahogado porque, tanto la TV basura de La Sexta como Público, son un desastre de audiencia.
Solución: Moncloa quiere que sea Telefónica quien pague las copas consumidas por ambos turiferarios del líder. En el caso de Mediapro con la compra de derechos, por ejemplo para Imagenio así como el patrocinio de sus eventos deportivos. Jaume Roures está convencido de que la presión política puede conseguirlo.
Ahora bien, con PRISA, donde también pretende Moncloa que Telefónica pague los platos rotos, por ejemplo con la adquisición de Digital , hay una exigencia añadida: ZP odia a Juan Luis Cebrián, y el consejero delegado de PRISA desprecia a ZP. Conclusión: el presidente del Gobierno impone a los Polanco que la cabeza de Cebrián si quieren ser ayudados... con dinero de Telefónica, se entiende. Hay un Polanco, al menos, que se la ofrecería en bandeja y a cambio de nada: Javier Díez Polanco, Polanquín, pero sus primos, Ignacio y Manuel aún recuerdan los consejos de su padre: colaborar con el Gobierno, siempre, pero dejarse chantajear por el Gobierno jamás: es Prisa quien debe extorsionar al Ejecutivo, no al revés.
Es la España de Zapatero y Polanco. Y lo malo es que no tenemos otra.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com