En la SER, Charo Zarzalejos ha contado que tuvo, tras el atentado, una sensación de inmensa tristeza. Es la peor manera de acabar el año, he mantenido una posición muy escéptica y muy prudente, pero no calculé nunca que en su estrategia inmediata estuviera colocar semejante carga explosiva. Es verdad que había datos que apuntaban a que ETA se estaba poniendo en plan borde. Tengo que reconocer que nunca pensé que fuera a organizar semejante escabechina. He sido de las escépticas, no por el gobierno sino porque conozco bastante bien a esta organización y sé que están incapacitados para un diálogo razonable. La policía hizo una labor extraordinaria, desalojando a dos mil personas y no ha habido más muertos por la eficacia de la policía, pero habría podido ser una auténtica masacre. Y 800 kilos son muchos kilos.
Las dieciséis mártires carmelitas de Compiègne, guillotinadas en la Revolución Francesa
15/12/24 07:00