Asistí con algunos amigos a la manifestación que el Foro Español de la Familia convocaba en Madrid. Lo hicimos porque vemos justo reclamar el derecho de los niños adoptados a una madre y un padre, y porque nos parece lógico afirmar que la unión entre una mujer y un hombre es diferente a la de dos personas del mismo sexo.
Me sorprendió el ambiente festivo y alegre que se respiraba, y también la gran cantidad de jóvenes y de familias con niños pequeños que participaron. Quedaba claro que se trataba de una concentración pacífica, sin incidentes, y de que las calles de Madrid se convertían por unas horas en el altavoz de cientos de miles de ciudadanos.
Estoy convencido de que nuestro presidente no se negará a escuchar y tomar en consideración las propuestas de tantos ciudadanos.
Óscar Blanco
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