Las reformas centrarán la acción política del 2011.
Como si escribiera a los Reyes Magos, el presidente del Gobierno ha expresado sus deseos de cara al año que viene y también ha dicho lo bien que se ha portado -entiéndase él y su Gobierno- durante el 2010.
Además de alabar todas las bondades de su Gobierno en materia social, culminadas con una subida de 8 euros del salario mínimo y un aumento en las pensiones del 1,3%, ha manifestado que en 2011, la acción política de su Gabinete se centrará en la consecución de las reformas que tanto han sonado este 2010: reforma de las pensiones, laboral, etc.
Sin embargo, este regreso al talante y al diálogo, no parece que vaya muy acorde a la situación actual. El miércoles era el diputado popular Cristóbal Montoro quien manifestaba la dificultad de diálogo en materia energética si el Gobierno continuaba con sus prejuicios ideológicos y dio por roto el pacto eléctrico, pero esa misma dificultad la encontrará el presidente para hablar de reforma de pensiones con los partidos minoritarios de izquierda (ERC, IU y BNG) o los sindicatos.
Parece una buena señal que quiera encontrar consenso y acuerdos amplios, pero para ello hay que hablar más y en algunos casos ceder, lo que parece complicado en el actual panorama político español donde lo importante es tener la razón y no que el país salga adelante. Pero como deseo y propósito para el año que viene es interesante. A ver hasta dónde aguanta el talante y las buenas formas.
Juan María Piñero
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