Sr. Director:

La Verdad y la Justicia pilares de la Paz. El pasado 12 de enero el periódico "El País" publicó un artículo de Ulrich Beck, profesor de Sociología de la Universidad de Munich, titulado "Dios es peligroso".

Dicho artículo terminaba con la siguiente frase: "Hoy es decisiva para la supervivencia de la humanidad la pregunta sobre si se puede sustituir la verdad por la paz". Al día siguiente, el periódico "El Mundo" publicaba una entrevista al Presidente Rodríguez Zapatero, en el que admitía que tras el atentado en el aeropuerto de Barajas los contactos con ETA "continuaron con una situación ya muy deteriorada, muy deteriorada. Y fue debido a instancias internacionales". Cuando Pedro J. Ramírez le pregunta si no sintió "escrúpulos morales", Rodríguez Zapatero contestó "Matar habían matado siempre…:".

"Mi principio ético era agotar hasta el último suspiro para evitar que hubiera más víctimas". Hemos de recordar que el Congreso español sólo dio autorización para el diálogo con ETA, siempre y cuando se dieran "las condiciones adecuadas para un final dialogado de la violencia, fundamentadas en una clara voluntad para poner fin a la misma y en actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción". Y también debemos recordar que tras el atentado de Barajas en la declaración institucional Zapatero dijo que había ordenado "suspender" todas las "iniciativas para desarrollar el diálogo con ETA".

En definitiva, el actual presidente del Gobierno, ha incumplido las condiciones dictadas por la Cámara donde reside la soberanía nacional, ha mentido a los españoles que creyeron que el Gobierno rompió las negociaciones con ETA tras el atentado de la T-4, y para colmo de males ahora nos enteramos que hay unas "instancias internacionales" que están por encima de la soberanía nacional representada en el Congreso de los Diputados. Podemos pensar que el presidente Zapatero es un alumno aventajado del profesor Ulrich Beck y casi podríamos decir que también de Maquiavelo, para quien la verdad o la mentira igual valían, ya que el buen político tenía que tener claro que "el fin justifica los medios".

Cuando para un político la verdad o la mentira no se diferencian en nada, y la utilización de ambas se hace en función de sus intereses particulares, estamos en la antesala de un régimen totalitario. En un régimen totalitario da igual cuál es la realidad, cual es la verdad de las situaciones, cuáles son las causas ciertas de los problemas, lo importante es justificar siempre la visión ideologizada del dictador de manera que pueda perpetuarse en el poder. No importa la justicia, no importa la verdad, incluso no importan los muertos. El siglo XX ha sido el siglo más violento en la historia de la humanidad porque ideologías como la nazi y la comunista, consideraron que se podía sustituir la Verdad por "su paz", "paz" que pasaba por el exterminio de todo aquel que no pensaba como ellos. ETA, fiel a la doctrina nacionalista y comunista, ha sustituido la Verdad por la "paz", la "paz" de los cementerios, por supuesto. España, no se ha fundado en unos valores "relativos" y por tanto con un significado manipulable.

El pueblo español reconoce en su fuero interior que no puede haber Paz si no hay Verdad, porque la mentira siempre esconde el afán de manipular, de controlar y de aniquilar a todo aquel que trabaja para que la Verdad y la Justicia iluminen a la sociedad y ésta sea una sociedad de hombres libres. Hoy quieren acabar con España, porque esta gran nación se fundó sobre la Verdad, y ningún dictador soporta encontrarse con hombres libres, ellos necesitan de la mentira, de la manipulación y de la violencia para conseguir la "paz" y mantenerse así en el poder.

Señor Zapatero, es la Verdad quien nos hace libres. Nada bueno se puede esperar de un gobernante que miente en nombre de la "paz".

Juan de Dios Dávila

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