Ni se le advirtió del concurso de acreedores de Mediaproducción SL, del que no fue advertido. Televisa tampoco encuentra comprador para su paquete. Los bancos se refugian en una auditoría para que les paguen. Mientras, Pérez insiste en que se vendan los derechos a Murdoch o a Berlusconi.
El entramado Mediapro-La Sexta vive su verano negro. La multinacional de la publicidad WPP, propietaria del 20% de Imagina amenaza con seguir el camino de Televisa: no acudir a ampliación de capital alguna e intentar colocar su paquete en la editora de La Sexta. Su líder, Sir Martin Sorrell, el hombre que puso a Miguel Barroso, ex secretario de Estado de Comunicación de ZP y esposo de la ministra Carme Chacón, al frente de su negocio en España, asegura que no fue advertido del concurso de acreedores de Mediaproducción, que no es una SL cualquiera, sino el nudo gordiano del entramado Mediapro.
Y ojo, porque el bilderbiano Sorrell puede hacer mucho más daño que Televisa. Él fue quien apostó por Mediapro-Público-La Sexta, al que consideran un grupo con mucha proyección, dada su cercanía al Ejecutivo Zapatero. Colocó como su representante en España a Miguel Barroso y ahora se encuentra conque la banca acreedora quiere auditar el grupo porque no tiene nada claro su futuro. Su buque estrella, La Sexta, no atraviesa su mejor momento de audiencia y del diario Público, propiedad de Mediapro, mejor no hablar.
Los derechos del fútbol siguen en entredicho, en interminable pelea con PRISA, los pagos a corto superan los 300 millones de euros y Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, están empeñados en que, decisión judicial al margen, Mediarpo venda derechos de retransmisión deportiva a Rupert Murdoch o a Silvio Berlusconi, a News Corporation o a Mediaset.
En cualquier caso, no es posible una inyección de capital salvo atrayendo a nuevos socios y, en estas circunstancias, ningún nuevo socio admite entrar en minoría
Eulogio López
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