Eso significa que Recoletos y El Mundo abandonan la lucha por el analógico y rompen la alianza con A-3 TV y Tele 5, empeñado en impugnar la apertura de Canal . Zapatero considera que si el oligopolio de editores cumple el pacto o contubernio- del 29 de junio, no habrá concurso de 10 canales para nuevos editores (ver Hispanidad del viernes 14). Al final, todos parecen por repartirse el pastel digital olvidarse del favoritismo del Gobierno a Polanco. Eso sí, el pluralismo en los medios se queda donde está, en el actual oligopolio : no habrá nuevos invitados al banquete televisivo
Gran sorpresa en la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones. El pasado viernes 21, Veo TV) controladas por El Mundo y Recoletos, es decir, por Pedro J. Ramírez y Jaime Castellanos) presentaban su solicitud para un segundo canal de TV digital. En otras palabras: aceptaban el pacto propuesto por el Gobierno Zapatero y firmado en Moncloa (ver foto) un 29 de junio.
El pacto suponía un reparto de los 22 canales de TV digital que el Gobierno iba a poner en marcha: además de los de TVE, A-3 TV, Tele 5 y Canal , tocaban a cuatro por cabeza, Veo TV y Net TV (Vocento) se quedaban con dos (el que tienen y uno más), y otros dos para las autonomías y dos para el nuevo canal, que sin duda se llevarán Globomedia y Mediapro con Televisa y la previsible incorporación de Zeta. El pacto consistía en que antes del 31 de octubre las cadenas presentarían su solicitud de los nuevos canales pactados con le correspondiente plan de negocio (especificar si retrataba de programación generalista o temática, etc.). Y así, el 2 de diciembre todos deberían estar emitiendo en digital. EL oligopolio salía reforzado y Zapatero, piano piano, conseguía si no controlar la TV, al menos llevarse bien con el oligopolio por mucho tiempo. Era el aislamiento mediático del Partido Popular.
Ahora bien, Vocento estaba enfadado porque no se cumplía la promesa de Zapatero de convencer a Berlusconi para que Vocento volviera controlar los informativos de Tele 5. Por si fuera poco, A-3 TV y Tele 5 estaban cabreados por el trato de favor a Polanco : monopoliza de la TV de pago por satélite, dueño de Localia y ahora de la TV en abierto Canal . Todo el oligopolio, salvo Polanco, se reunión en la sede madrileña de Planeta para conjurarse contra el Gobierno, impugnar la apertura de Canal y plantar cara a Zapatero.
En respuesta a los rebeldes, el ministro de Industria, José Montilla, como informa Hispanidad, advirtió que se les quitarían 10 de esos 22 canales (en concreto a Veo y Net se les quitaría uno a cada uno) que saldrían a pública subasta
Sin embargo, el hecho de que la digitalización se adelante (ya se están vendiendo descodificadores por menos de 70 euros, y el precio podría bajar durante los próximos días), ha convencido a Pedro J. Ramírez y Jaime Castellanos (El Mundo y Recoletos) de que las conspiraciones están muy bien, y la solidaridad entre los confabulados también, pero lo más importante es asegurar la propia cuota de poder. Así que ni cortos ni perezosos, los chicos de El Mundo y Expansión se personaron el viernes en la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y presentaron socialmente su solicitud. Bien está impugnar el indudable fortísimo del Gobierno con Polanco, pero más vale pájaro en mano que cinco volando. Total, que Veo TV quiere mantener la promesa de que tendrá el actual canal digital y uno más. Al parecer, según comentan a Hispanidad en fuentes de El Mundo, ese segundo canal sería temático y en el futuro puede tener mucho valor (para venderlo)
Por cierto, que la coordinación entre editorial y redacción resulta manifiestamente mejorable en Recoletos, dado que, un día después, sábado 22, el diario Expansión dedicaba un editorial a criticar la arbitrarias decisión del Gobierno Zapatero en TV: más razón que un santo, por otra parte.
Por tanto, todo indica que el resto de televisiones, más que impugnar a Polanco, se ocupará de asegurar su futuro, en especial aquello que pactaron Zapatero cuatro canales, que son muchos canales. Naturalmente, el Gobierno Zapatero también está feliz con la decisión de Veo TV, que presumiblemente arrastrará a los demás. De esta forma, el 2 de diciembre habrá TV digital, y a lo mejor, incluso, se adelanta el apagón analógico.
Por supuesto, hasta aquí hablamos de reparto de poder informativo, el más poderoso de todos los poderes en el siglo XXI. De contenidos se habla poco, porque todo ese oligopolio, tanto de izquierdas como de derechas, público o privado, practica la telebasura con indecible entusiasmo. Y el Gobierno teme, claro está, que si abre la mano a nuevos comensales al banquete de la TV, a lo mejor algunos de ellos pueda hacer una TV digna: ¡Eso sería espantoso! En el pacto Gobierno-oligopolio, eso no se plantea.