Estos días son días muy intensos para cualquier profesor. Yo trabajo en la concertada y desde luego cerrar el curso supone repasos, reuniones, exámenes, exámenes Apurar los últimos días para ayudar a los alumnos a estirar su rendimiento y sus notas.
El otro día tras una intensa clase un alumno pelirrojo, conocido por sus múltiples intereses lúdicos fuera de las aulas me dijo pero profe el martes no puedes hacer examen, tienes que hacer huelga ¿no?
Su pregunta provocó a sus compañeros y se produjo un intenso cruce de intervenciones. Yo estaba perplejo, otra vez el debate educativo se imponía en la realidad de las aulas. El debate apasionado duró diez minutos después veinte pares de ojos se fijaron en mí esperando una respuesta clara.
Habrá examen: no iré a la huelga porque no quiero perjudicar vuestro final de curso, no voy a la huelga porque no soy funcionario: soy profesor de la concertada y mis salarios los fija un Convenio Laboral, no voy a la huelga porque los convocantes no defienden la libertad de enseñanza, no voy a la huelga porque, no me da la gana. Sin darme cuenta había ido subiendo la voz.
Realmente me siento indignado, que mi sueldo dependa de quien no aprecia, ni valora ni respeta, mi trabajo ni mi calendario. Desde luego en esta ocasión saldré a la calle, pero sólo cuando quien convoque me garantice que se va a hablar y defender la escuela concertada, en ella está mi puesto de trabajo.
José Morales Martín