Hemos pasado una semana en la que el presidente del Gobierno ha defendido sus nuevas reformas económicas.
Lo hizo el ante el Comité Ejecutivo de su partido, después se reunió con el nuevo primer ministro italiano para fijar una estrategia conjunta en Europa para la reactivación. El miércoles compareció en el Congreso.
Por su parte Rubalcaba ha presentado sus propuestas alternativas. Mientras, se sigue hablando de la conveniencia de un pacto entre socialistas y populares para hacer frente a la alta tasa de desempleo.
Sin duda sería muy conveniente un acuerdo entre las dos principales fuerzas políticas. Pero para ello sería necesario que hubiese auténtica voluntad de concertación. No es posible el pacto si el PSOE sigue en posiciones radicales. Su última propuesta parece algo más templada que las anteriores: apuesta porque el Estado pague el 50 por ciento de los empleos en peligro con un fondo dotado con 20.000 millones. Se utilizaría dinero del MEDE (del Fondo de Rescate).
Es difícil que Bruselas acepte mayor gasto de este instrumento. Y es cuestionable que sea conveniente aumentar el endeudamiento. Más bien parece inviable, no obstante puede ser bueno si con ello se recuperara los modos y los hábitos de un partido de Gobierno el acuerdo sería posible.
JD Mez Madrid