Tres días de arresto a un obispo colombiano por expulsar del seminario a un seminarista, informa la Agencia Zenit. Algo así como arrestar a un entrenador por no alinear a un jugador o por advertirle que se busque equipo porque no cuenta con él.
La intromisión del Estado, en este caso es un caso menor, pero no deja de representar un atentado en toda regla contra la libertad religiosa. Y la libertad religiosa se ha convertido en una de las claves del siglo XXI.