Fatalista visión de la naturaleza humana bien llevada a la gran pantalla por Roman Polanski.
En el parque de un barrio de Nueva York, de clase media alta, un chaval de 11 años le agrede a otro de su misma edad con un palo y le causa lesiones en el rostro y la dentadura. Los padres del agresor, y de la víctima, se reúnen en casa de estos últimos para, civilizadamente, buscar soluciones al asunto. Lo que empieza siendo una velada educada va caldeándose y acaba derivando en un cruce de reproches donde salen a la luz todo tipo de miserias humanas...
El origen teatral de este largometraje (está basado en una aplaudida obra de la dramaturga Yasmina Reza) se vislumbra en que toda la acción transcurre en un apartamento y, prácticamente, en una sola estancia: el salón de la casa, pero eso no impide que nos encontremos ante una tragicomedia ágil, con un humor incisivo y cruel, que no da tregua al aburrimiento. A través de esa reunión compleja, narrada a tiempo real, se nos desvelan los conflictos que anidan en los cuatro personajes retratados: la mujer progre que juega a "comprometida", el padre cínico y prepotente, la madre elegante pendiente más de sí misma que de su hijo, el progenitor poco preparado intelectualmente que se siente resentido ante la posición social de sus invitados...
Jodie Foster, Christophe Waltz, Kate Winslet, y John C. Reilly defienden con tanta maestría sus personajes que hacen creíbles cualquier situación y diálogo, incluso los que bordean el límite de lo ridículo (lo concerniente al destino de un hámster). Todo ello redondea un relato inteligente que no llega a ninguna conclusión pero que provoca la reflexión sobre la naturaleza salvaje del ser humano y los peligros que conlleva sacar a la luz el monstruo que todos llevamos dentro....
Un dato, Un Dios salvaje aunque se desarrolla en Nueva York, se rodó en París, debido a los problemas que Roman Polanski tiene con la justicia estadounidense que le impiden rodar en ese país porque sería detenido por una violación cometida a una menor en el año 1977.
Para: Los que quieran ver una obra dura sobre el monstruo que todos llevamos dentro