Verlo para creerlo. Tomás Gómez no se ha andado por las ramas. Cuando Hispanidad le pregunta por el coste de la educación gratuita que él ha prometido entre los 0 y los 3 años, afirma que es un compromiso político con el que está sensibilizado. Añade que el ex presidente del Gobierno Felipe González ya lo hizo con la EGB, pero Gómez no dice cuál va ser el coste de esa gratuidad. ¿Qué pensará de estas declaraciones el padre Gabilondo?
Además,el dirigente socialista indica que la mujer es siempre la que sufre, la que cuida a las personas dependientes, la que siempre deja los estudios si es necesario para atender a la familia. Como si no tuviéramos suficiente con la Igualdad de Bibiana Aído. Para colmo, Gómez aporta una cifra: la natalidad ha descendido hasta en un 35%, es decir, que como nacen menos niños está justificada la presunta gratuidad y ayuda a esas madres entre los 0 y 3 años. ¿No es una manera velada de apoyar a Aído con sus propuestas abortistas o de echar abajo a la ministra de Sanidad que promueve la PDD, y con la que casualmente rivaliza por la presidencia de la Comunidad de Madrid?
Por otro lado, en relación con el concierto educativo, Gómez insiste en que la culpa la tiene exclusivamente la cuestión religiosa; que no verbaliza de manera genérica, sino que destaca que los movimientos Comunión y Liberación, el Opus Dei o los Legionarios de Cristo, en ese orden, van a ser modificados por nuevos modelos de progreso. ¿Es que los antiguos estaban oxidados? ¿Cuáles son estos nuevos? ¿No ha sido siempre la educación religiosa la que forma a las personas y la que propone el Gobierno la que la deforma? Sin respuesta. Una barbaridad que se suma a la cadena de barbaridades del progresista Gómez en materia educativa.
Eso sí, Gómez se reconoce como una persona de principios y cuando uno actúa en conciencia nunca se equivoca.
José Luis Panero
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