Proseguía Herrera: Pueden decir del cristianismo lo que quieran, que Jesús tuvo hijos con una prostituta, lo que quieran, de eso nadie dice nada pero mientras tanto, los cobardes morales de occidente se lamentan y exigen que el Papa pida disculpas por haber dicho que la religión no se puede imponer por la fuerza. Y Moratinos es el que exige que se disculpe, y el Papa no se ha disculpado, si se quedan tranquilos, bien, pero no lo ha hecho. Estamos pensando en si va a ser suficiente o no para aplacar las iras de esta gente. Qué poco aprecio por la libertad: si uno la ama, estará con el Papa.

 

Me irritan las diferentes varas de sensibilidad. Todos estos cobardes morales de Cebrián y Moratinos no dicen ni una sola palabra cuando en la televisión de Polanco cocina a un Cristo vivo, imagínate que eso hubiera provocado una reacción airada por parte de católicos que se hubieran querido tomar la justicia por su mano, ¿tú crees que Moratinos saldría a defender a esos histéricos? No, hubiera defendido el derecho de libertad de expresión de los que cocinaban el Cristo, ¿por qué ahora los Moratinos de turno con quien se meten es con el Papa?.