Anda en horas bajas la jueza Teresa Palacios. Hasta ahora, en materia de escándalos económicos, Palacios se había convertido en el 'Garzón económico', capaz de sentar en el banquillo a aquellos poderosos del dinero con quienes nadie quiere enfrentarse. Recuerden que Palacios, oponiéndose a los fiscales, ha continuado con las causas de las cesiones de crédito contra Emilio Botín, así como con los casos que se siguen por las acusaciones contra el propio presidente del SCH por las indemnizaciones de José María Amusátegui y Ángel Corcóstegui.

Sin embargo, muy recientemente, dos decisiones de la jueza llaman la atención. La primera, la exoneración en el caso Ercros del ex ministro Josep Piqué, hoy líder del Partido Popular en Cataluña.

Pero es que hay más. Teresa Palacios, a petición de la fiscal, Blanca Rodríguez García, no ha admitido la competencia de la Audiencia Nacional en las denuncias presentadas por el ex presidente de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal, José María Trevijano, contra el presidente del BBVA, Francisco González, y contra todo el Consejo de Administración, por varios presuntos delitos societarios, entre los que se encuentra uno que resulta nuclear: el pago de prejubilaciones con cargo a reservas. El denunciante considera que sólo la cooperación imprescindible del gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, permite a una entidad pagar las prejubilaciones con cargo a reservas (es decir, minorando el patrimonio de los accionistas) en lugar de, como es obligatorio en Estados Unidos, con cargo a la cuenta de resultados del ejercicio.

Pues bien, se da la circunstancia de que lo que la Audiencia Nacional rechaza es visto con mejores ojos por la Comisión Europea. Así, el secretario general de la Comisión ha remitido una carta a Trevijano (fecha de 16 de diciembre) donde se le anuncia que los servicios de la Comisión analizarán la cuestión y en su caso abrirían un procedimiento de infracción al gobernador del Banco de España por esta razón.

Un dato: entre 1998 y 2002, BBVA consumió reservas para prejubilaciones por valor de 1.698 millones de euros. De ellos, 1.328 millones de euros de reservas corresponden a los ejercicios 2000, 2001 y 2002, en los que ya estaba FG como presidente (en total, fueron 1.713 millones de euros para prejubilar a 8.246 trabajadores). En definitiva, sólo una pequeña parte se realizó con cargo a la cuenta de resultados (que es lo suyo), mientras el 99% se hizo con cargo a las reservas de los accionistas.

El SCH, por su parte, desde 1999, ha consumido 2.606 millones de euros de sus reservas para prejubilaciones (3.132 millones de euros en total) para librarse de 10.279 empleados. Es decir, que empezó más tarde, pero enseguida superó a BBVA.

De esta forma, tanto FG como Emilio Botín presentan a sus accionistas mejores resultados de gestión de los que deberían presentar... porque emplean dinero de esos accionistas. Y el Banco de España incurre, presuntamente, en responsabilidades, al conceder autorización. El banco central se escuda en que la responsabilidad es de los administradores, que solicitan prejubilar con cargo a reservas, así como en el hecho de que un acuerdo de la Junta siempre puede impugnarse.

En cualquier caso, nada de esto quiere investigar Teresa Palacios que, con enfrentarse a Botín por las cesiones de crédito, al parecer, tiene bastante. Esperemos que lo haga Europa. Al parecer, con los millonarios mejor no meterse, o meterse de uno en uno. O sea, que don Dinero es tan poderoso caballero que anula otro viejo adagio: el de tengas juicios y los ganes. Aquí la táctica con la que la Justicia protege al poderoso es la contraria: no admitas juicio alguno y el poderoso estará protegido.